Tú dices que mi corazon te pertenece
yo ya no sé si puedo
si estoy viva o muerta
Yo ya no sé
si esta bóveda que es mi pecho
aún respira, ríe, calma
Me diluyo en el eterno de pensar
en el etéreo deseo
de ser luz dorada de las siete de la tarde
Yo ya no sé
te lo juro
si este beso es un suspiro de mis labios
o el regreso de una pesadilla
que se repite con constancia
Quiero el fuego vivo y fuerte de mi vientre
pero no sin la caricia que invisible
se resbala por mi espalda
Ya no sé
No sé qué representa una ausencia
o el deterioro de una piel con el tiempo
No lo sé
y los pájaros que acuden a los nidos de mi cuerpo
ya no son
peligrosamente
el eco con colmillos
que alojé en sus plumas
Y ya no sé
y no sé qué hacer con quién soy
cuando en el tiempo que me ofreces
desaparezco brevemente
No me alivio del espanto
de la caída estrepitosa del sol
del oscuro azote que es tu amor
o lo impasible de mi mente
Yo ya no sé si puedo vivir articulándome
esperando respirar todo el aire
germinando en los desiertos
siendo presa, siendo herida, siendo muerta.
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