Diciembre, el mes más cruel

Creo que hoy no existe nada.
Una ventana que mira callada desde fuera 
y un recuerdo que no fue.

Tener que renunciar a lo que amas 
al sueño de siempre 
por huir de los sueños que se vuelven búnker.

Un otoño que muere 
junto a mis manos 
sobre mi pelo.
Un diciembre roto 
lleno de astillas 
porque en pedazos
quedan arraigadas las lágrimas
de cualquier nubarrón de plata.

Eso que no fui 
eso que no tengo 
el dolor que sobra 
y las salidas que no existen. 

Nunca seré un buen recuerdo
pues rebusco 
y sólo encuentro el frío de enero.

El sol se muere 
la cama 
mis noches 
mis párpados se cansan. 

El sol se muere 
el viento 
mis sueños 
mi alma se marchita.