Cuento en tu espalda mariposas
puntos bidireccionales
que se unen
a las moscas de mi boca
formando trazos resonantes e infinitos.
Busco en los bosques de tus manos
confines de hierbas con sus flores
crecientes y amarillas
arboladas de caricias
que no ruegan ni suspiran.
Estoy sumándome al refugio
que se crea en las telarañas de tus ojos;
donde mueren impregnados
todo el humo de ceniza
y todas las variantes rotas
rosas
como flores y sus hojas.
Sueño con los versos
dichos en la tumba que creaste
con la sombra de la luna
y los huesos de canciones que llevabas escondidos
en el negro marco de tus cejas.
Sólo a veces recuerdo
cómo era el brillo de tu pelo
lleno de alas y de viento.
No serás tú
el aliento que forma espirales en el centro de mi pecho
que es de espinas
sal y fuego
que es de huecos
y huracanes tan perfectos.
No serán
las primaveras del silencio
mecanismos de defensa o ilusiones
cuna de este otoño frío y maldiciones.
1 comentario:
Me gusta mucho tu blog, saludos.
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