21 septiembre 2019

Por los sueños que a veces no recuerdo

Ver la noche a través de tus ojos
atravesar el infinito de tus universos
llamarte deletreando tu nombre
descifrando tu vida.
Andar en paralelo
cruzar los cables
juntar los labios.
Recorrer en espirales
nuestros cuerpos
las ciudades
el desierto.
Conjugarnos piel sobre piel
mirada sobre mirada
latido contra latido.
Invocar el huracán que nos duerme
resonar en el eco anclado
que nos da la vida.
Ser cometa
cielo, nube
toda la lluvia que por la noche se derrama.
Extrañarte a ratos
quererte siempre
encontrarte y repetir las ilusiones.
Elevarnos al final del verano
que se vuelve primaveras de cobre
que se asume como muerte de amparo.
Aprender que entre tus dedos
me alcanzas y me duermes
haces de humo pesadillas
y te encuentro
sin bruma
entre rincones
aferrándote a mi cuerpo
por donde nacen las costillas.
Te entiendo como el estrecho dulce
que me crece del pecho y los pulmones
que me llega hasta los besos que te doy
y que se escribe como versos
palpitando por tocar partes de ti
que sólo existen en mi tacto.
Entre ventanas que nunca son de nada
dibujo con vapores tu figura
para verte aparecer si es que me extrañas
y contarte el tiempo que ya conté en canciones
recordando que me vuelvo madrugada
si es que me esperas
cuando afuera
nadie nunca espera nada.

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