Quédate

Quédate cerca de mi boca,
donde pueda besarte,
donde puedas escucharme,
donde mis suspiros
se hagan uno con los tuyos.

Acércate
que he llegado a perderme en el pensarte,
que he sustituido sueños
por soñarte.

Te he pensado tanto
que la lengua me sabe a tu nombre,
que mis ojos deliran tu sombra
deslizándose por las paredes.

Tengo clavado el recuerdo
de tu caricia precisa cuando me besas,
atravesando mi cuello,
hundiéndose en mi cabello.

Quédate,
une mis lunares,
cuenta mis pecas como juego
y pierde la cuenta mil veces,
hasta que te canses de verme,
hasta que se nos acaben los versos.

Quédate conmigo,
coloréame el alma,
lléname las sonrisas de ti,
del “te quiero” sincero,
de las estrellas que nos adornan si me tocas.

Quédate,
para que se nos borren las cicatrices,
para llenarnos de magia,
para hacernos felices,
para ser los más cursis,
para hacerme fuerte en tu abrazo.

Quédate conmigo,
casi hasta el fin del mundo,
donde pueda seguir viendo
como sonríes al verme,
donde pueda seguir sonriendo
en la armonía del quererte.


Cindy Yaremi, 2016.