06 diciembre 2016

Poema XXVIII Tu boca

Me queda tu vacío inconfundible
llenándose de las horas
que paso lejos de tu boca.

Me queda lo innegable,
el deseo que aterriza en tu boca,
justo en el borde de tu labio inferior.

El frío me alcanza,
me abraza,
¿dónde está tu abrazo
que me quema el alma?

Dónde
el recinto de tu boca
que a veces
sólo pronuncia mi nombre.

Me queda la resaca
de toda una noche llena de sueños,
pensándote;
de visitar mi guarida
compuesta de versos irremediables.

Me queda el suspiro
que se escapa por partes,
fragmentándose,
para asegurar
que nunca se acabe.

Me queda un cráter
ahogado entre recuerdos
y un miércoles incierto,
con la risa que fluye de tu boca
y que no olvido.

No te olvido.

Me queda tu boca
volviéndose sincera,
que me nombra de frente,
a veces con pena;
y se lleva consigo
mis relatos de viajes
hacia un oriente
que ha desaparecido
y no hace más que
confabularse en tus besos.


Cindy Yaremi, 2016.

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