02 diciembre 2016

Poema XXV

Me rindo ante tus letras
que suenan a música,
que son como de viento fresco,
de fresas, verano, madera;
que es imposible compararlas
con un millón de estrellas.

Me rindo
ante la armonía de tu ritmo,
de tu caminar, de tu existencia,
y todos los sueños que se me van
cuando te leo,
cuando te veo.

Quiero verte.

Me rindo
ante el caos que me desarma,
que me despierta mariposas
que no sentí nunca;
que sufre múltiples infartos
si es, que pienso en ti.

Me rindo ante las drogas
intactas,
que llevas en el nombre,
con sabor a tabaco
pero dulce y con café.

Me rindo notablemente,
ante tu risa, tu sonrisa
y esa mirada
que también me clavas
y me cuestiona al descubrirla.

Me rindo
ante la emoción de leer
doscientas veces
cada uno de tus versos,
que parecieran besos,
que se vuelvan besos.

Me rindo
ante tu calma
y esta espera que me desespera,
que me vuelve espectadora de tu voz,
que me lleva a encontrar
restos que ya no tengo, en ti
y a descubrir lo que no vi.


Cindy Yaremi, 2016.

No hay comentarios: