Hay partes de mi cuerpo
que comienzan con vocal,
que tienen ganas de caerse muertas.
Llevas varios días sin pronunciar mi nombre
y mi mente se rompe,
mi pecho se rompe,
se abre
dejando escapar las mariposas,
los gusanos,
las moscas.
Hay partes de mi cuerpo
que ya no funcionan,
que se bifurcan,
que descansan junto a ríos de veneno.
La noche cerrada, incesante
recordándome el grito de tus ojos,
perdiéndome en la tempestad de no soñar,
de soñar mal.
Y no,
ya nadie viene con las ganas
de hacerse un hueco en mi corazón
que actúa como erizo,
como espina de flor.
Hay partes de mi cuerpo
que están sintiendo frío,
que adolecen,
que aún esperan por tus besos,
que aún se cansan de esperar.
Es melódico,
incomprensible,
crudo;
son las partes de tu cuerpo
que no entiendo,
que se mantienen de por sí distantes,
que me abrazan,
que no sienten nada.
Hay partes de esta historia
que sólo recurren a partes del cuerpo;
hay partes del cuerpo
que se están buscando,
mientras que hay algunas otras
que no se dejan encontrar.
Cindy Yaremi, 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario