24 octubre 2016

Poema XIV

Siento mi cuerpo morir
como mueren los años
cada treinta y uno de diciembre
cuando ya nadie los quiere
cuando duelen
como el grito que se entierra en la garganta
como la fruta que ha caído a la tierra
llena de las raíces de su árbol
y ya nadie comió.
Me duele el frío
la soledad.
Me duele la ternura intacta
los mensajes de texto
y el que no sienta
tu aliento en mi espalda
ni tu caricia dulce
resbalando en mi cara
contando mis pecas
peinándome las pestañas.
Me duele el rincón de tu cuerpo
que descansa tan lejos de mí
que se encuentra deshabitado.
Y muere tu cuerpo
sin apretarse al mío
para jurarse eternidad
para cuidarse mutuamente
y así dejar de pensar
en esta muerte
que aúlla de dolor
que nos llega en partes
que nos llena de vacíos
de sueños escasos
de murmullos
de temor.



Cindy Yaremi, 2016.

No hay comentarios: