Poema XIII

Llegué ardiendo a tu vida
con los costados llenos de rasguños
con vacíos
con intentos suicidas
y tú me mirabas
con aquella histeria
capaz de inundar mi corazón
y que llenaría cada hueco
que sanaría cada llaga
mil heridas
que me haría matarte
casi setecientas veces
bajo mi cuerpo
que arde como mil meteoros.

Tocas mi cabello
que es como de nube
y me convierto en humo azul
turquesa
y toda mi piel
tiene los sueños
que tuviste alguna vez
los lúcidos
los que no se han podido olvidar.

Llegué ardiendo
como la lava
recorriendo con prisas tus tierras
para encontrar tu corazón
y te fundías
de repente conmigo
de repente
como dejando de funcionar

Ya no sé si me querías
con toda la espuma espesa
de tus manos de mar
o si yo revivía
en el oleaje de tus muslos
cubiertos de nieve
de arena blanca
pero ardíamos
al borde
de un puñado de besos existentes
y también ardientes.


Cindy Yaremi, 2016.