a la caja de zapatos donde guardabas mis recuerdos.
Sin decir fecha, sin despedirme.
Me voy porque no quiero que pienses que no te quise cuando te olvide.
Me voy allá, lejos de tu boca inocente, más al sur de lo que fuimos y con más calor que en tu verano.
Me voy, aunque pienses que yo tuve la culpa, por ser patán o por ser poeta.
Me voy, aunque parezca que no me importa, pero es tan triste ver tus ojos tristes, y más triste saber que es lo único que queda.
Me voy hasta la siguiente primavera, hasta que el recuerdo opaco muera.
Me voy indeterminadamente, hasta que tú me busques, o hasta que yo me muera.
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