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Como se dilata tu pupila al verme

y en el verme

se dilatan las alas de las mariposas.

Como se dilata

se dilata el tiempo en que no somos nada,

y en fin, al fin de éstas, ello se acaba.

Conocí una de tus letras

dibujada en versos escarlatas,

y no la leí, parecía, más bien, ser madrugada.

Como se dilata tu pupila al verme,

que nadie diga que parece enamorada.

Como se dilata

entre mis cuentos y mi par de miedos

que se esquivan en la nada.

Y tu mirada, dilatada

es más café que el café que arde en mi taza,

y el suelo, que es tu suelo

se convierte en un aullido de sueños

que entreversa y atraviesa

las pocas piezas que me quedan de alma.