28 diciembre 2013

Querer


Una batalla me arrebata el más fino silencio existente antes del amanecer; no me lo creo de sus guerras, ni de su placer, me lo creo más de su versura, de su instantáneo gemir.

Es muy poco práctico andarse amando a rigurosas distancias, es muy poco romántico no hacerlo y evadirlo. Es más que estúpido pensar en cualquier cantidad de amor si no te tengo a menos de cinco centímetros de distancia.

Es una locura y lo reitero con la confusa asfixia que me da cuando te cojo. Es ineludible andar por ahí, jugando a que sólo un par de orgasmos nos hemos querido.

Es una actitud irrevocable que se tuerce cuando duermes, jamás niegues que me quieres.

No hay comentarios: