10 agosto 2013

Deseos



Llevo un deseo suicida y unas ganas hambrientas de matarte a la hora en que te hago el amor. Llevo este deseo impaciente con su sonrisa fúnebre y un cosquilleo en el vientre. Excitada, atolondrada. Voy a arrancarte la ropa y a enterrarte los dientes, voy a tragarme tu pene. Voy a arrebatarte el alma en un silencioso grito que lanzaras al amanecer.

Luego, amor, no sabrás quién soy, con ese destello desnudo que te quedará entre las manos, y ese sabor a sal.

En tus oídos no vas a encontrar algo diferente a unos gemidos que están por gritar y esa humedad en la que te vas a ahogar.

Lo siento, cielo, es distinto el ser y estar, y en esta habitación ya no caben más.

Olvídame, hasta que te vuelvas a excitar.

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