28 abril 2015

Insomnio: Segunda carta

Yo le quiero,
le quiero como si fuera la primera vez que quiero;
y qué si quise antes, diez, quince o cien veces más,
le quiero como pocas veces he querido y le quiero más que aquellas pocas,
y le quiero más aún que todos ellos, porque yo le veo y sé
que nunca me han querido tanto como él me quiere y yo le quiero.

Le quiero de una forma extraña y enervante,
de maneras mágicas, supremas, imposibles;
le quiero porque en su boca el mundo se transforma en un poema,
porque nunca había encontrado tanta luz en unos ojos
que me hacen flotar cuando me miran.
Y le quiero tanto, que mi pecho va a estallar cuando no está.

Le quiero, le quiero con todas mis letras, con todos mis párrafos,
con todas mis horas, con cada pensamiento, con todo el sentimiento.
Le quiero con todos los insomnios que me provoca.
Le quiero irremediablemente.

Le quiero con esa caricia suya que me ha curado el alma.
Le quiero con la emoción de cada paisaje que hemos recorrido juntos.
Le quiero con su mano y con la mía entrelazadas.

Le quiero con su risa y con mi risa estallando en cualquier parte,
y con nuestras sonrisas, con los silencios, le quiero.

Con la tinta y con el mar, con las nubes, con los cielos ,
con las estrellas de sombrero, le quiero.
Con todos los rasguños, las mordidas, los gemidos, los fluidos, le quiero.
Le quiero y no logro dejar de pensarle.

La noche cae, va resbalando por mis párpados
y mis ojos siguen buscando la forma de encontrarle.

Le quiero, léalo en silencio.
Repítalo en voz alta. Le quiero.

Sinceramente,
Le quiero. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

voulez-vous que je tombe amoureux ?... parce qu'il l'a obtenu